La palabra vintage tiene sus raíces en la palabra “cosecha”, y este término se utilizaba, originalmente, para catalogar objetos, ropa o accesorios que no podía catalogarse como antigüedades pero tenían cierta edad.
El término originalmente hacia referencia a la cosecha de la uva y, en concreto, a los vinos de crianza. Actualmente, el término se utiliza para nombrar aquellos objetos que pertenecen a épocas pasadas pero que tienen un gran valor estético en el presente ya que se han revalorizado con el tiempo por su belleza.
Esta sería la mejor forma de aclarar qué es el estilo vintage.
Lo vintage a diferencia de lo retro, pertenece al pasado: ha sido diseñado, creado y producido en el pasado y en el presente, está en buen estado y tiene un gran valor estético.
Así que las flores vintage son aquellas que tienen colores algo pálidos y poco vistosos o llamativos, y que recuerdan al desgaste y al paso del tiempo, pero que siguen siendo atractivos: rosados, blancos perla, anaranjados...
Los amantes del vintage creen en el clásico dicho “cualquier tiempo pasado fue mejor” e inspirándote en eso, haz tu selección floral sin necesidad de desempolvar flores del armario. Estas flores tienen un tono nostálgico con tonos pastel, aunque las flores de colores rojo intenso, azul y violeta poco intenso también tienen cabida si sabes cómo elegirlas y acompañarlas.
Si te decantas por la reina de las flores en sus tonalidades más suaves conseguirás es toque romántico y clásico tan deseado. Combina rosas rosas de diferentes tonalidades pastel e incluso añade alguna rosa blanca para añadir pureza y elegancia o lavanda y flores de cera.
Elige las flores que más te gusten en tonalidades suaves y pastel como el salmón, el rosa palo o beige: peonías, astilbe, margaritas y gerberas.
Si le añades pompones de algodón o plumas aportas un toque mágico o de ensueño.
Si tu estilo es más pin-up, sensual y seductor, elige tonos más vivos: rosas rojas de tonalidad oscura o alegres peonías de color melocotón y salmón.
Puedes envolver las flores con encaje en tono blanco o beige y decorarlas con un broche o algún objeto familiar antiguo que marcará la diferencia y cargará a las flores de ese sentimiento de nostalgia.
Las perlas también son un clásico atemporal que nunca falla. Decora tu ramo o centro floral con perlas, enredando las perlas entre las flores, o pegándolas por separado en el centro de cada flor. También puedes escoger añadir a tu ramo vintage complementos como jarrones o tarjetas para darle el toque que estás buscando.