En el lenguaje de las flores, el amarillo es un color que tiene mucho que decir. Las flores amarillas se utilizan para decorar, ambientar y avivar espacios. Su color vivaz denota alegría, optimismo y creatividad según la conocida técnica china del feng shui aplicada actualmente al interiorismo. Las flores amarillas en el hogar simbolizan agradecimiento y son recomendables para ambientes de estudio y trabajo para fomentar la memoria y la inteligencia porque son muy inspiradoras.
La naturaleza nos transmite su energía a través de la flores especialmente las amarillas que son del mismo color que el sol, símbolo de vida, alegría y creatividad. Aquí te presentamos nuestra selección de flores amarillas no tan conocidas y no por ello, menos esplendorosas y vibrantes, sus características y cuidados.
La gerbera es una planta de flores amarillas muy vistosa y conocida por sus numerosos pétalos. Seguramente la hayas visto en muchas ocasiones como elemento decorativo natural pero puede que su nombre te despiste.
Es un género de plantas ornamentales originaria de África del Sur, específicamente de la región de Transvaal, de ahí que también se la conozca como margarita del Transvaal. Pertenece a la familia de las Asteraceae. Su cultivo puede durar varios años, aunque se recomienda cultivarla unos dos o tres años, dependiendo de la técnica empleada ya que conforme pasa el tiempo, su productividad disminuye.
Necesita bastante luz ambiental. Prefiere los ambientes húmedos al igual que el suelo. Se recomienda que tenga un riego constante, que no abundante, durante su época de floración.
El Hibiscus, hibisco, rosa china o flor de Jamaica es uno de los arbustos con flores amarillas que también puedes encontrar en otros colores.
Esta exótica flor de la familia de las malváceas, es originaria de África tropical y adorna esa bella zona del mundo desde Egipto a Sudán hasta llegar a Senegal. Tiene propiedades medicinales y se cultiva en el sudeste asiático y Centroamérica donde, frecuentemente, te la ofrecen en infusión. Su belleza no entiende de fronteras y es la flor nacional de Hawai. Es símbolo de abundancia, bienestar y alegría alrededor del mundo.
Los hibiscos tienen grandes flores de cinco pétalos y que duran unos pocos días abiertas, suele producir diversas flores.
En primavera y verano, riégala cada tres o cuatro días, intentado que la tierra esté siempre húmeda pero sin encharcarla. Es recomendable pulverizar las hojas con cierta regularidad. Durante la floración, abona con fertilizante líquido para plantas de flor una vez al mes.
Las petunias son otras de las plantas más vistas en los hogares, ya que son muy fáciles de cuidar, generan gran cantidad de flores acampanadas y las hay de muchos colores.
A la petunia le encanta el sol. Necesita lugares muy luminosos y entre 4 y 5 horas de sol directo a diario.
No podemos acabar este artículo sin nombrar algunas de las flores amarillas más conocidas y apreciadas ya que siempre son un regalo que alegra los corazones: los tulipanes, girasoles y orquídeas amarillas.